Aún recuerdo una situación que me sucedió hace un tiempo. Yo estaba trabajando en un pueblo pequeñito, y en concreto estaba de guardia en un punto de Urgencias de Atención Primaria.

A media tarde vino un niño de unos 13 años más o menos, no lo recuerdo con exactitud, que se había caido de una bicicleta y presentaba una herida inciso-contusa que requería dar unos puntos de sutura en la rodilla. Realmente no recuerdo nada de la sutura, que se supone que es el momento más crítico tanto para la persona a la que se le realiza como para el profesional que la está realizando.

Supongo que cuando terminé de suturarle le expliqué los cuidados de la herida, cuales eran los signos de alarma por los que debía acudir al Consultorio y el día proximado de la retirada de los puntos.

sutura VBueno, pues ese día realicé mi jornada de 24 horas, en la que ví a muchas personas que de una manera u otra pasan por tu manos, y que son éstas las que dicen mucho de tu asistencia y de tu cuidado.

Pasaron algunos días, volví a trabajar en ese centro y después de una mañana frenética, por fin a última hora ya el Consultorio estaba más despejado. Había ido a la sala de curas y cuando volvía vi a un niño sentado en un banco en la sala de espera del pasillo, y digo bien: “vi a un niño”, lo reconozco, no tomé identidad de él… a mi me “sonaba” su cara y ví que el me miraba de una manera particular, de una manera tímida que denotaba algo, yo supuse que había tenido algún contacto con el y enseguida miré a su rodilla conforme seguía andando.

Anduve un par de pasos más y le pregunté,  hola ¿que tal está tu rodilla?, el me contesto no sé, creo que bien, a mi no me duele. En el mismo pasillo vi que la herida tenía un buen aspecto y me despedí de él.

Ojos de GirasolBueno, hasta aquí pues nada particular… una situación que se ve en todos los Centros de Salud con cierta frecuencia. Volví a salir al pasillo y estaba el padre del niño (debía estar dentro de la consulta cuando yo hable con el niño), me vio y me preguntó que como veía yo la herida, le dije que tenía un buen aspecto que siguiera con los cuidados que le había dicho y que en la fecha que le dije viniera a quitarselos búscando a su enfermera de referencia.

El padre añadió me ha dicho: papa venía por el pasillo, me ha mirado y me ha preguntado como estaba…” Seguramente el padre nunca se dio cuenta de la potencia que tenía para mi el comentario que me hacía… ya que para su hijo que yo hubiera hecho eso, mirarle y preguntarle, había sido significativo…

PD: ¿habeis visto que en la segunda foto (foto del ojo) de éste post se refleja el “otro”? ¿será acaso que nos quedamos reflejados en las miradas de los “otros”?

Antonio Jesús Ramos. Editor de “Cuidando.es

8 comentarios en “Cuando mirar y hablar nos ayudan a cuidar”

  1. Antonio, me ha emocionado tu historia.

    Que un niño, con su inocencia, crea que una mirada y preguntar amablemente por su dolencia sea “significativo” o “reseñable” me parece un toque de atención importante.
    ¿No lo hacemos habitualmente?

    Ahí lo dejo.

  2. Interesante relato.. El efecto/sentimneto que causó esa pregunta en el niño se acerca al concepto de salud ” sentirse bien” con el que me identifico como enfermera. Y que bien te sientes cuando lo consigues !

  3. Los niños captan esa mirada y esa atencion que se le presta, mi pregunta es: ¿Con los años se pierde la atencion de si miramos o de si nos miran? ¿No se le da importancia a las miradas cuando se es adulto?

  4. soy voluntária de la asociación contra el cancer y doy fe de esta história, el en sitio donde yo estoy un simple gesto como este o simplemente un abrazo silencioso ayudan mucho y en las personas que alli te encuentras lo notas nada más mirarles a la cara.
    Como voluntárias somos muy valoradas y eso nos enriquece mucho y nos da fuerzas para seguir.

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